miércoles, 8 de octubre de 2008

PEDAGOGÍA: Proceso de Formación.

LAS COMPETENCIAS COGNITIVAS EN EL DESARROLLO DEL PENSAMIENTO.

JOEL SANONI ZAPATA URREA

La pedagogía tiene como papel fundamental el proceso formativo de la persona; por ello la tendencia es a cualificar sus desempeños y desarrollar las competencias cognitivas básicas.

Nuestro país necesita un adecuado desarrollo humano de sus futuras generaciones, acompañado de una excelente educación de los procesos cognitivos, pues es a través de ellos que se construye el conocimiento y se buscan nuevas alternativas para responder a las necesidades socio-culturales de hoy.

Se debe capacitar al docente para recrear el conocimiento con pedagogías activas que desarrollen el juicio crítico, el pensamiento reflexivo y la capacidad creativa, ya que son alternativas para mejorar la formación en la capacidad intelectiva y con ella orientar las competencias y cualificar desempeños producto de verdaderos aprendizajes significativos.

Saber hacer sin entender no tiene sentido, como tampoco lo tiene saber pensar y entender acerca de lo que no sabemos hacer. En nuestro sistema educativo se entienden las competencias como un “saber hacer en contexto”, lo que reduce el desempeño solamente a las habilidades y destrezas, descuidando el proceso de pensamiento y construcción del conocimiento con la inteligencia.

Las competencias están relacionadas con el uso apropiado de las aptitudes intelectivas y de las capacidades mentales para comprender lo que se hace y con el manejo eficiente, eficaz y efectivo de métodos, técnicas procesos y procedimientos con habilidad y destreza para saber hacer lo que se comprende y, en utilizar, este saber y este saber hacer, con pertinencia, en la solución de problemas relevantes. Una competencia entonces podría ser, de forma más sencilla pero estructurada “un saber ser, un saber pensar y un saber hacer en contexto”.

La argumentación, la interpretación y la proposición, están más relacionadas con el potencial de aprendizaje de las personas que con sus habilidades y destrezas para hacer algo; entendiendo aquí por potencial de aprendizaje “la capacidad que tienen los individuos para pensar y desarrollar conductas inteligentes”.

Nuestro sistema educativo ha descuidado las aptitudes intelectivas, como factor que influye en el aprendizaje. Esto se refleja, incluso, en los criterios de evaluación: “evaluar las actitudes, los procedimientos y los contenidos”; es decir, que si un estudiante quiere aprender (actitudes), maneja los procedimientos y aprendió los contenidos, “no importa que no comprenda lo aprendido y que no sepa hacer nada con lo que aprendió”. Aquí está la diferencia sencilla entre aprender y aprender significativamente.

Es de vital importancia entonces que los educadores desarrollemos estos cuatro factores fundamentales a través de nuestra práctica pedagógica y de nuestras estrategias didácticas: las actitudes, las aptitudes intelectivas, las aptitudes procedimentales y el manejo de contenidos disciplinares.

Desarrollar actitudes implica generar expectativas, canalizar el interés, promover la motivación endógena y cualificar la atención como formas de asegurar la disposición de parte de quien aprende frente a los contenidos por aprender.

Desarrollar las aptitudes intelectivas implica buscar las estrategias educacionales, pedagógicas y didácticas para desarrollar la estructura mental de los educandos, sus inteligencias múltiples, su capacidad intelectiva, su potencial de aprendizaje, sus procesos de pensamiento, sus funciones cognitivas y sus habilidades mentales. Esta tarea es la más descuidada en nuestras instituciones educativas, por la tendencia general de esperar que el alumno quiera aprender, tenga los métodos para hacerlo y aprenda sin sentido y sin desarrollarse cognitivamente.

Desarrollar las aptitudes procedimentales implica que las instituciones educativas deban dotar de métodos, técnicas, procesos y estrategias a los alumnos para que desarrollen sus habilidades y destrezas y cualifiquen sus desempeños.

Las competencias en realidad son el resultado de desarrollar estas aptitudes intelectivas y procedimentales: “saberlo pensar y saberlo hacer”, pero con eficiencia, eficacia, efectividad y pertinencia.

Aprender contenidos implica para la escuela: estructurar adecuadamente el currículo teniendo en cuenta los estándares mínimos de calidad; organizar adecuadamente los planes de estudio, definiendo los enfoques particulares de las áreas, los fines y propósitos, los perfiles, las metodologías, las actividades, los planes, programas, procesos y proyectos (formativos y académicos) y llevándolos a la práctica en el desarrollo de las áreas y las asignaturas en la organización secuencial y progresiva de contenidos disciplinares, núcleos temáticos en unidades didácticas bien organizadas, de tal manera que los alumnos que quieren aprender (actitudes), pueden aprender (aptitudes intelectivas), tienen los hábitos y los métodos para hacerlo (aptitudes procedimentales) en realidad puedan aprender significativamente los conceptos de las distintas disciplinas, pero desarrollando sus inteligencias múltiples.

Para desarrollar las competencias cognitivas básicas es de vital importancia que los educadores conozcan de psicología del aprendizaje y comprendan los procesos a través de los cuales se desarrollan las habilidades mentales. Estos procesos son los de mecanización, concreción, configuración, abstracción, lógica y formalización; los cuales se desarrollan evolutivamente, de lo simple a lo complejo y se asocian a la edad y a la madurez mental.

También es de suma importancia en el desarrollo de este curso, abordar el análisis de los estándares y lineamientos curriculares, los factores que influyen en el aprendizaje, las pedagogías activas y las funciones cognitivas; entendidas como los requerimientos mínimos para aprender y la disposición mental.




EL PENSAMIENTO CRÍTICO EN EL AULA

Nel Noddings, profesora de la Universidad de Stanford, plantea en su libro Filosofía de la Educación [1] que “los filósofos y los educadores coinciden, desde hace mucho tiempo, en la importancia del Pensamiento Crítico; pero no han podido ponerse completamente de acuerdo sobre en qué consiste y mucho menos concuerdan en cómo enseñarlo”.
El criterio anterior se ha modificado a partir de la convocatoria de un amplio panel de expertos, provenientes de muchas disciplinas académicas, que se reunió prolongadamente, durante los años 1988 y 1989, para discutir qué es el Pensamiento Crítico. Como resultado del consenso alcanzado en ese panel se publicó “El Informe Delphi” (The Delphi Report) [2]. En ese informe se definió el Pensamiento Crítico como “el juicio auto regulado y con propósito que da como resultado interpretación, análisis, evaluación e inferencia; como también la explicación de las consideraciones de evidencia, conceptuales, metodológicas, criteriológicas o contextuales en las cuales se basa ese juicio. El Pensamiento Crítico es fundamental como instrumento de investigación. Como tal, constituye una fuerza liberadora en la educación y un recurso poderoso en la vida personal y cívica de cada uno. Si bien no es sinónimo de buen pensamiento, el Pensamiento Crítico es un fenómeno humano penetrante, que permite auto rectificar”.
Adicionalmente, en ese mismo informe se definió al pensador crítico ideal como “una persona habitualmente inquisitiva; bien informada, que confía en la razón; de mente abierta; flexible; justa cuando se trata de evaluar; honesta cuando confronta sus sesgos personales; prudente al emitir juicios; dispuesta a reconsiderar y si es necesario a retractarse; clara respecto a los problemas o las situaciones que requieren la emisión de un juicio; ordenada cuando se enfrenta a situaciones complejas; diligente en la búsqueda de información relevante; razonable en la selección de criterios; enfocada en preguntar, indagar, investigar; persistente en la búsqueda de resultados tan precisos como las circunstancias y el problema o la situación lo permitan”.
�En el siglo XXI la ciencia ha perdido la certidumbre, incluso en las antes llamadas �ciencias exactas�, por eso la educaci�n actual tiene que ense�ar a buscar la verdad y aportar la cuota personal para construirla lo mejor posible en el di�logo entre todos�.Jes�s Montero Tirado, SJ. Art�culo publicado en el Diario ABC Color de Paraguay http://www.paideia.edu.py/De hecho, desde hace algunos años muchas organizaciones serias se han enfocado, tanto en definir qué es pensamiento crítico y cuáles son las características del pensador crítico, como en promover la importancia de su desarrollo en los estudiantes desde las primeras etapas escolares. Sin embargo, los esfuerzos para proveer materiales que los docentes puedan utilizar en el aula para cumplir con esta tarea son más bien escasos, especialmente en español.
Conscientes de la escasez de recursos prácticos para trabajar el Pensamiento Crítico en el aula, hemos creado este Módulo Temático con el fin de agrupar de manera organizada la totalidad de los contenidos publicados en Eduteka sobre el tema y facilitar además su consulta y utilización. Como estructura articuladora de los recursos tomamos las 6 destrezas intelectuales para el Pensamiento Crítico [3] identificadas por el panel de expertos del Informe Delphi: interpretación, análisis, evaluación, inferencia, explicación y auto regulación.
Para atender lo anterior, creamos en el Módulo diferentes categorías. En la correspondiente a “DESTREZAS” se cita, para cada destreza intelectual, la definición que propone el Informe Delphi, acompañada por sus respectivas subdestrezas y por un conjunto de ejemplos de desempeños que al comprobarse, asegurarían que los estudiantes han desarrollado diversos aspectos del Pensamiento Crítico.
En la de “RECURSOS GENERALES” agrupamos un conjunto de contenidos organizados según su tipo: artículos, entrevistas, investigaciones, libros, evaluación, sitios de interés y descargables. Por último, en la denominada “RECURSOS DE AULA” retomamos la estructura articuladora para recopilar una serie de recursos que se pueden trabajar en el aula con el fin de ayudar a desarrollar el Pensamiento Crítico en los estudiantes de Educación Básica y Media.
Con este aporte, esperamos hacer una contribución valiosa para los docentes Hispanoamericanos interesados en realizar un esfuerzo especial en el desarrollo del Pensamiento Crítico en sus estudiantes. Este tipo de pensamiento a su vez hace parte de las Habilidades de Aprendizaje contempladas entre los elementos fundamentales de la educación actual identificados por el Consorcio de Habilidades Indispensables para el Siglo XXl [4].



QUE VIVA "MEDELLÍN DIGITAL" PERO PENSANDO

Reflexión: Joel Sanoni Zapata Urrea.


Desde el Ministerio de Educación Nacional, se viene generando hace ya unos 10 años el trabajo escolar por competencias, es decir, que el estudiante colombiano sea capaz de hacer o desempeñarse bien en un determinado oficio. Para este gran objetivo se han realizado grandes esfuerzos por cada uno de los entes territoriales certificados en educación, como es el caso de Medellín.

Nuestro municipio ha invertido gran parte de su presupuesto en busca del mejoramiento en los procesos de aprendizaje; ha construido colegios con la etiqueta de "Colegios de Calidad", ya que estos nuevos escenarios educativos cuentan con recursos didácticos que estan a la vanguardia pedagógica, se les ha dotado de equipos para el trabajo en sistematización con conexión a internet en todos los sitios de la institución. Esto, claro está, acompañado de un trabajo de capacitación a los integrantes de la comunidad educativa que permita optimizar los recursos y darles el uso adecuado para el beneficio de todos.



La reflexión apunta a reconocer todos estos esfuerzos para mejorar nuestro proceso educativo, pero resaltando que para que se cumpla el objetivo, es necesario que cada institución educativa y particularmente cada docente se comprometa con un verdadero trabajo pedagógico transformador que potencie las competencias básicas, ciudadanas y laborales, es decir, que nuestros estudiantes posean las herramientas para; saber, hacer y entender todo el legado cultural que se plantea en los estandares de cada una de las áreas del conocimiento.

Los recursos audiovisuales, la informatica, entre otros son un apoyo importante en la formación de la persona, pero no se pueden convertir en un fin. Se trata de realizar un uso adecuado y pertinente de todo lo que nos ofrece la tecnología, para informar e ilustrar lo mejor posible a los estudiantes y tengan los conocimientos necesarios para su formación; que no es precisamente sentarse frente a un equipo audiovisual a recibir pasivamente lo que otros realizaron.

La formación, implica saber, hacer y pensar lo que se hace. No se trata de saber hacer sin entender, ni mucho menos pensar acerca de lo que no sabemos hacer; lo que quiero expresar es que los maestros pongamos a pensar a los estudiantes, mediante un trabajo que requiera la participación activa de estos en el proceso formativo. Somos los maestros los "vendedores" del conocimiento, pero necesitamos de competencias como la creatividad, que nos conduzcan a buscar metodologías que permitan convertir los "contenidos y estandares" en verdaderos aprendizajes.




APRENDER INVESTIGANDO: manejo de recursos en la era de la información

Como investigar en el aula

Ante los requerimientos de la educación por competencias y la necesidad que tiene sociedades de educar para la ciudadanía, el trabajo y la vida diaria, la investigación en el cual cobra importancia y se perfila como tanto en los alumnos como en los docentes.
Ideologías como el constructivismo, entiendo a grandes rasgos como un proceso social de construcción del conocimiento, en el que cada individuo realiza un proceso mental propio, influido por experiencias previas y el entorno, han impulsado la idea de investigar para aprender. Es necesario un enfoque constructivista del aprendizaje en lugar de uno de transmisión del conocimiento o de habilidades. Los estudiantes aprenden construyendo su propia comprensión de las ideas y sobre lo que ya saben para formarse una perspectiva personal del mundo. El proceso de construcción es también de aprendizaje activo y permanente que continua a lo largo de la vida, explica Carol kuhlthau, especialista en ciencias de la información de la universidad de rutgers, nueva jersey, estados unidos.
De esta manera, investigar es ser participe de la creación del propio conocimiento. En palabras de Yolanda bolaños, catedrática de problemática educativa y diseño curricular de la facultad de educación de la universidad de la sallé (Bogotá), la investigación debe tender a que la persona elabore, proponga y cree algo novedoso. Y el constructivismo y la investigación tienen sinergia, es decir están integrados. La enseñanza para la comprensión, el aprendizaje significativo, el aprendizaje por el descubrimiento, la pedagogía conceptual, entre otras derivaciones en la investigación.
La investigación como herramienta constructiva ha partido de conceptos elaborados por teóricos reconocidos como Dewey, piaget Gardner y vigotsky, quienes basan sus postulados en la capacidad del aprendizaje investigativo para ser aplicado en el aula.
Conceptos como que los niños aprendan participando activamente y reflexionando sobre cada experiencia, construyendo su aprendizaje sobre lo que ya saben y atreves de la interacción social con otros, para desarrollar un pensamiento de orden superior mediante la orientación de los puntos críticos del proceso de aprendizaje, son algunos de los ejes que conforman la idea de aprender investigando.
Las utilidades de la investigación en el aula son múltiples y especificas para los alumnos, docentes e instituciones educativas. “maestro que no investiga no es capaz de proponer, argumentar, analizar la realidad donde se desempeña, así que la investigación es una de las necesidades mas sentidas en estos momentos. Alos educadores les abre la mente el descubrir, por su propia cuenta, la solución de problemas que normalmente se cree que son interés de otros; les permite ingresar a fuentes de consulta y diferente conocimiento y ganan cercanía con sus estudiantes. A la institución le optimiza su calidad educativa, porque los estudiantes mejoran sus competencias de comprensión, argumentación, proposición”, señala Yolanda bolaños.
Por otro lado, “la investigación ubica a los estudiantes dentro de un proceso de aprendizaje en el que, a partir de una variad de fuentes, deben construir su propia comprensión. Aprenden a pensar basándose en el contenido de la materia, se orientan a través de un proceso de formación intelectual que les permita construir sobre lo que ya saben y comprender mas profundamente de los conceptos y problemas subyacentes al tema”, apunta el especialista en ciencias de la información Carol kuhlthau.

Competencias en el área de la información

Recientemente, especialistas señalaron que para formar personas competentes en la vida ciudadana, laboral y personal, es impredecible desarrollar la capacidad de encontrar significados en diversos recursos y escenarios, como es el caso de los medios de comunicación en general; lo cual suena muy relevante en el área de la información, cuando infinidad de datos provenientes de cualquier sitio nos aguardan en distintos formatos, fuentes y soportes.
Habría entonces que desarrollar en los estudiantes la competencia de manejar información de manera significativa en todos los aspectos de la vida, para lo que resulta ideal la investigación, pues con ella niños y jóvenes aprenda en situaciones dinámicas, la información cambia y se enriquecen contantemente; además deben a buscarla en distintos sitios, seleccionar lo pertinente y administrar el exceso de datos.
La investigación, como forma de aprender, tiene dos ventajas más: primero, exige encontrar significado en mensajes diferentes y numerosos, que no encajan de manera ordenada en un esquema preestablecido, lo cual hay que analizarlos para elaborar un discurso propio ordenado y conducente; segundo, cuando se investiga, se debe construir una comprensión personal a partir de información que muchas veces es contradictoria e inconsistente.
Desarrollare estas competencias en los alumnos requiere de un maestro competente desde varios aspectos: “la investigación en el aula es un proceso de indignación de un problema que el maestro desarrolla con el estudiante. Entonces, el maestro debe ser un observador acucioso, ser cercano a su grupo y conocerlo bien. Debe tener capacidad de identificar un problema, conocer como se realiza un proceso investigativo, tener la actitud de mejorar y renovar su clase. Para integrar las competencias debe dominar muy bien su materia y, finalmente, necesita tiempo, porque hay que leer, confrontar cosas, realizar actividades extra clase y presentar resultados”, asegura Yolanda bolaños.

Investigar en el aula es una ruptura con la forma tradcional de hacer clase, y las formas y los contenidos, la estructura curricular y las actividades derivadas de la investigación, todo lo cual genera tensiones del docente, pero también hacen avanzar el proyecto investigativo y lo renuevan.
Aplicando el método

Aparte de los pasos o metodología que se elija para adelantar el proyecto (acción participativa, investigación experimental, grupos de control, monografía, etc.), la enseñanza investigación en el aula incluye planeación, enseñanza y evaluación del aprendizaje del estudiante.
El maestro debe orientar la búsqueda de información de sus alumnos con base en estrategias como colaboración de grupo, puesta en común de los hallazgos, escogencia de fuentes y recursos, definición de rumbos y composición de textos.
Para impulsar el aprendizaje se pueden recurrir a ejercicios de recordación selectiva (pensar y recordar ciertas características,) de resumen (organizar las ideas en forma abreviada y disponerlas en una secuencia con significado) y de paráfrasis (formular ideas ajenas con palabras propias).
Para bolaños, e mejor esquema es donde el maestro se convierte en un coinvestigador, participa de la investigación en forma directa y se involucra en el proceso investigativo para tratar de hallar la solución a un problema, siguiendo la metodollogia de acción participativa, investigando etnográfica o investigación cualitativa, según sea el caso. “lo ideal es que el maestro identifique un problema de metodología, interacción humana, de relaciones del estudiante en algún contexto, de un concepto especifico de la materia, y que lo desarrolle conjuntamente con los estudiantes”.

Para Yolanda bolaños, la investigación en el aula puede ser de diferentes tipos, aunque la mas usual es la investigación de tipo acción participativa “puesto que el maestro se involucra y va a tratar de resolver la problemática con sus estudiantes, sosa que no sucede con otras investigaciones donde el maestro simplemente se limita a hacer indignación teorice sin presentar soluciones”.
El aprendizaje basado en investigación, bajo cualquier modelo empieza con el planteamiento de preguntas como : ¿Qué se de este tema?, ¿Qué dudas me genera?, ¿Cómo puedo averiguar mas?, ¿con quien?, ¿Dónde?, ¿debo comprobar algo, sin distinción de la modalidad que un docente escoja para la investigación en el aula; lo cierto es que su labor será orientar a sus alumnos en los procesos de búsqueda de información, de aprender de muchas fuentes y formas y de construir significados en ambientes cargados de tecnología y ricos en información.
Para concluir, la profesora bolaños asegura que gracias a la utilización de los nuevos medios se pueden organizar actividades para que los alumnos participen discutiendo, haciendo ensayos proponiendo, solucionando, elaborando conceptos más complejos.
Actualmente, hay muchos medios con recursos visuales, auditivos, táctiles, que bien canalizados son buenas formas de agilizar la mete de los estudiantes. La investigación en el aula tiene alrededor para mejorar los procesos cognitivos, ya que escuela, medios y tecnología convergen en el desarrollo de la inteligencia humana, que no tiene limites.

Términos educativos asociados

Competencias
Manifestación, en la actuación (desempeños), de los conocimientos y a la inteligencia en determinado contexto, siendo la inteligencia un potencial bio-psicologico para procesar información que sirve para resolver problemas o crear productos.
Fuente
Secretaria de educación del distrito. Documento competencias básicas 7 y 9 Bogotá, 2002
Aprendizaje significativo
El aprendizaje del alumno depende de la estructura cognitiva previa que se relaciona con la nueva información que el individuo recibe. De esta forma, debe entenderse por ¿estructura cognitiva? De conceptos e ideas que un individuo posee en un determinado campo del conocimiento, así como a la organización de este estudiante para construir mas conocimiento previos del estudiante para construir mas conocimiento. El docente se convierte en mediador entre los conocimientos previos, el contexto, los alumnos y la nueva información.
Fuente
David asubel, 1983; rosario Pelayo, psicología de la educación para padres y profesionales.
Pedagogía conceptual
Modelo pedagógico que surgió a finales del siglo XX como respuesta a ciertas necesidades y retos educativos de la sociedad del nuevo milenio. Busca formar instrumentos de conocimiento desarrollando las operaciones intelectuales y privilegiando los aprendizajes de carácter general y abstracto sobre los particulares y específicos, planteando dentro de sus postulados varios estados de desarrollo a través de los cuales atraviesan los individuos, como pensamiento nocional, conceptual, formal, categorial científico.
Fuente
Rudy Mendoza palacios, investigadora social fundación Alberto merani para el desarrollo de la inteligencia, FAMDI.



¿CERTIFICACIÒN O ACREDITACIÒN?

ELQUIN EDUARDO BARRERA MORENO

Asesor Pedagógico y Consultor de Calidad del Grupo C& R para Colombia y Centro America.

He escuchado a muchos Directivos docentes, en cuyas manos está la gran responsabilidad de Gerenciar sus instituciones educativas con créditos de CALIDAD Y EXCELENCIA, respondiendo a los retos, exigencias y necesidades del mundo moderno, hacerse las mismas preguntas: ¿Certificación o acreditación?, ¿ISO o EFQM?, ¿mohda o exigencia?, ¿necesidad o requisito?, ¿sistema o modelo?, ¿desafío u obligación?, entre otras. Trataré de dar algunas luces, evitando caer en subjetividades.
Para nadie es un secreto que la educación en Colombia necesita grandes transformaciones, cambios profundos que respondan de manera adecuada a las demandas y exigencias del nuevo milenio; una educación capaz de desafiar y modificar los tiempos modernos; UNA EDUCACION DE CALIDAD.
En este sentido, las instituciones educativas requieren de nuevos enfoques, nuevas experiencias pedagógicas, nuevas formas de planificar y evaluar su gestión, de sistematizar sus experiencias, de proyectar sus planes de mejora; nuevas formas de pensar y actuar, con visión de futuro, con criterios innovadores, con mentalidad dinámica y proactiva, pero sobre todo, con decisiones sabias e inteligentes.
Muchos de los “fracasos” en la educación, y especialmente en algunas instituciones educativas, se presentan porque las reformas y los esfuerzos de cambio no llegan hasta los ejes estructurales en los que cimentan sus proyectos educativos. Los modelos o estrategias implementadas no producen los efectos o transformaciones en las bases que sustentan la propuesta educativa, razón por la cual, no pasan de ser cambios de forma y no de fondo, lo que les impide alcanzar las metas trazadas. Y los modelos de certificación o acreditación no son la excepción, más por la manera como se asesoran y orientan sus implementaciones, que por el modelo mismo. Bajo esta mirada, es necesario recordar que la implementación de un sistema de gestión de la calidad bajo una u otra norma o enfoque, no garantiza por si el mejoramiento de la calidad de educación. No es suficiente con asegurar el cumplimiento de los requisitos exigidos por una norma para hacer a la institución, merecedora de un certificado. Si realmente queremos implementar un sistema de gestión que certifique la calidad de los servicios educativos que ofrecemos, éste debe estar alineado con el PEI de la institución, con los fines y propósitos allí estipulados; con la verdadera esencia y razón de ser de la educación, y con el respeto de todas las personas y empresas que ofrecen servicios de consultoría, esto solo es posible baj0o la asesoría de profesionales de la educación que a su vez tengan la formación y competencias necesarias para interpretar y “adaptar” la norma a éste sector, bajo conceptos de estándares de calidad acordes con el servicio educativo. En educación, los juicios de eficacia, eficiencia y efectividad no se realizan a partir de criterios de lógica empresarial sino a partir de criterios de lógica pedagógica. Una institución educativa eficiente, eficaz y efectiva es aquella que sea capaz de brindar un servicio educativo de la mejor calidad, optimizando los medios y recursos que dispone, pero sobre todo, haciendo realidad su proyecto educativo institucional, satisfaciendo plenamente las necesidades y expectativas de la comunidad.

PERO, ¿POR QUÉ UN SISTEMA DE GESTION DE CALIDAD ISO 9001/2000 EN EL SECTOR EDUCATIVO?

Empecemos por recordar que un sistema de gestión de la calidad – SGC es una herramienta administrativa que permite enfocar metodologías hacia la optimización de los recursos, la disminución de reprocesos, la solución de problemas del colegio y así lograr un aumento en la eficiencia, la eficacia y consecuentemente, un mejoramiento de la efectividad de los procesos educativos, el nivel académico, la satisfacción de los usuarios, el posicionamiento institucional, y porque no reconocerlo, un aumento en la productividad y rentabilidad del colegio.
Los SGC posibilitan a su vez que los colegios identifiquen, caractericen y controlen todos sus procesos y los tengan ordenados, actualizados y disponibles permanentemente. Esto garantiza presentar a los estudiantes y padres de familia el servicio educativo que esperan obtener e incluso superar sus expectativas, haciendo realidad lo p0lanteado en el PEI.
Por otra parte, el colegio mejorara sus procesos de educación interna y externa, la gestión del talento humano (selección, educación, evolución y mejoramiento de las competencias de los docentes), la selección y evaluación de proveedores, la gestión de las compras (selección y adquisición de materiales y recursos pedagógicos y didácticos, contratos para transporte escolar, restaurante, seguros, vigilancia, y demás servicios de apoyo), la gestión curricular, la evolución y mejorar los procesos entre otros. El Estado, atraves del Ministerio de Educación Nacional, esta interesado cada vez más en el mejoramiento de la calidad de la educación; esto no solamente se orienta a la revisión y reestructuración de currículo, planes de estudio y evaluación, sino a la gestión /administración) que realiza el colegio para ofrecer sus servicios y lograr resultados que se traducen en el desarrollo de las competencias de los estudiantes.
La manera más efectiva de responder con responsabilidad y coherencia a los nuevos cambios y exigencias de la sociedad, es identificado con claridad hacia dónde debe ir la nueva educación y como debe organizarse y conducirse para asegurar su verdadera función. Esto necesariamente requiere hoy más que nunca de soluciones efectivas para una educación de calidad.



POR QUÉ LA CERTIFICACION ISO 9001/2000 Y NO UN MODELO DE ACREDITACION?

1. por solidez, confianza y respaldo: la certificación de un Sistema de gestión de la calidad es un reconocimiento que en Colombia otorga un organismo de certificación acreditado por la superintendencia de industria y Comercio y tiene validez internacional, esto quiere decir que un certificado del SGC con base a la norma ISO 9001/2000 tiene aceptación en cerca de 154 países en toso el mundo afiliados a la Organización Internacional de Normalización – ISO. Los organismos en Colombia acreditados para otorgar este tipo de certificados son: ICONTEC, Vureau Beritas y SGS.
2. por su alcance: Una vez diseñado e implementado es sistema de Gestión de Calidad ISO 9001/2000, el ente certificador otorga a la institución educativa el Certificado de Calidad para la presentación de los servicios educativos en los niveles de educación ofrecidos por el colegio.
3. Por su enfoque: Es importante recordar que la educación es concebida como un sistema complejo, constituido por múltiples procesos que interactúan entre sí en búsqueda de resultados de calidad y excelencia. El concepto de calidad de la educación es igualmente complejo y totalizante: además de ser aplicado al sistema educativo en general, también permite hacerlo a cualquiera de sus procesos o elementos. De esta manera, se puede hablar de calidad del docente, de la calidad de los aprendizajes, de la calidad de la pedagogía, de la calidad de la infraestructura, de la calidad de los procesos, de la calidad de los recursos, etc. Esto guarda una relación y coherencia absoluta con el enfoque de un sistema de gestión de la calidad.
4. Por su metodología de implementación: porque no requiere de múltiples niveles para lograr la excelencia en los procesos educativos. Su diseño está pensado para que, una vez desarrolladas cada una de las fases o etapas de sui implementación, la institución alcance su certificado de calidad el cual se puede mantener a través del seguimiento, control y mejoramiento continuo de los procesos. 5. Por sus múltiples beneficios: Aquí mencionaré algunos.

BENEFICIOS DE IMPLEMENTAR UN SISTEMA DE GESTION DE LA CALIDAD ISO 9001:2000

Entre los mayores beneficios que se esperan obtener en el proceso de implementación del SGS 9001/2000, se encuentran:
La identificación de las necesidades de los estudiantes y padres de familia para lograr una mayor interacción y mejores niveles de satisfacción.
La estandarización de los procesos y sus controles para garantizar mejores resultados en cuento a la calidad del servicio de educación.
El crecimiento personal y profesional a través de procesos de formación y capacitación, teniendo así un personal altamente competente para el ejercicio de sus funciones.
El desarrollo del mejoramiento continúo para incrementar los resultados de desempeño del colegio.
Mejoramiento del nivel de compromiso de todo el personal como factor relevante en el éxito del proyecto.
Mejoramiento de la calidad de los servicios educativos y por consiguiente, de la imagen institucional.
Mejoramiento de los procesos de comunicación interna del colegio y el clima organizacional.
Mejora en la ejecución de las actividades escolares de acuerdo al cronograma establecido.
Mejora en la planeación estratégica del colegio.
Incrementa la eficiencia y la productividad operacional al contar con indicadores de gestión.
Mejora la imagen corporativa.
Cultura enfocada hacia el mejoramiento continúo.
Mejor control sobre los proveedores.



APRENDIZAJE COOPERATIVO

Pilar de las prácticas de laboratorio

Una de las principales metas de la educación es dotar a las personas de elementos y herramientas suficientes para que logren interpretar fenómenos y acontecimientos que suceden en su entorno. Con frecuencia, a la actividad docente se le dificultad diagnosticar el total de problemas de aprendizaje que se presenta en el estudiantado, y a causa de esto surgen dificultades que en muchos casos se ahondan debido a deficiencias que en los canales de comunicación planteados para el salón de clase.
Vista así, la idea de formar en habilidades y destrezas que permitan una adecuación acertada al medio va mucho mas allá de la transmisión de tópicos académicos, como se ha discutido ampliamente durante los últimos años al interior de diversas corrientes y evaluación que permita al estudiante mismo reconocer sus dificultades, para de esta forma lograr un ambiente solidario, en el que tanto el proceso de aprendizaje, entonces, debe basarse tanto en el esfuerzo del alumno por reconocer sus fortalezas debilidades, como en el trabajo constante de el profesor por ofrecer a los estudiantes situaciones en las que puedan probarse a si mismos y llegar a conocerse mejor. Lo que se busca con este tipo de proceso es que el estudiante se haga responsable y consciente de su aprendizaje, para así, mismo reconocer sus errores y estar siempre dispuestos a superarlos. En este orden de ideas, estamos hablando de lograr un proceso de autorregulación en el estudiante que le permita ser juez y parte de su educación.
Dentro de las estrategias y herramientas de las que disponen la pedagogía y didáctica actual se encuentra el aprendizaje cooperativo, también conocido como trabajo cooperativo o aprendizaje colaborativo. Algunos autores como Cesar Alberto Collazos y Jair Mendoza establecen diferencias entre aprendizaje cooperativo y aprendizaje colaborativo, citando que “estos dos procesos se diferencien principalmente en que el primero los alumnos son quienes diseñan su estructura de interacciones y mantienen el control sobre las diferencias decisiones que repercuten en su aprendizaje. Mientras que en el segundo es el profesor quien diseña y mantiene casi por completo el control de la estructura de interacciones y de los resultados que se han de obtener” (2006).
Para efectos de este articulo veremos todos estos términos como un solo concepto que se ha establecido dentro de los movimientos educativos actuales con el animo de educar jóvenes autónomos capaces de entender y ayudar a construir su propio sistema de aprendizaje, a través del trabajo organizado en pequeños grupos, y a partir de postulados teóricos como los de solsona, piaget, entre otros, quienes han dicho que la relación entre el campo cognoscitivo y su apropiación con el aprendizaje emocional y efectivo es inseparable.
Es por esto que se le ha empezado a dar un lugar importante a la educación afectiva y en valores, partiendo de lavase de que nuestra inteligencia esta íntimamente conectada con nuestros afectos y el desarrollo de esta misma depende en buena parte de actividades que logren conectar las dos instancias, requisito que cumple a satisfacción el aprendizaje cooperativo, mas si se compara con el poco intercambio social y emocional de una clase magistral clásica.
Cooperación: un plan de gestión
Suficientemente reconocido dentro del ámbito educacional, el aprendizaje cooperativo es definido como una estrategia de gestión del aula, en la quela reorganización del grupo de clase en pequeños grupos de trabajo constituidos de preferencia por caracteres diversos, en los que el desarrollo de trabajos y actividades y proyectos permita el alcance de logros y objetivos de formación tanto académica como social, es en la actualidad una de las metodologías preferidas en diversas áreas, como es el caso de las ciencias naturales, en las que el trabajo en equipo para desarrollar laboratorios es piedra angular del aprendizaje en esta disciplina.
Partiendo de la premisa de que las personas no aprendamos nunca soldad, es decir necesitamos estar integradas a un contexto social que de sentido a los conocimientos que vamos adquiriendo, a la vez que un piso experimental sobre el que se pueda demostrar (poniendo en practica) lo aprendido, vemos como el contexto de los estudiantes, conformado básicamente por familia, vecindario, centro escolar y las relaciones socio-culturales que allí se experimentan, es el espacio que les hace sentir la necesidad de aprender y sobre el camino ajustar las necesidades que surjan en su propio formativo, con miras a adaptarse al entorno y socializarse exitosamente.
Con esto en mente, la interacción dentro de las clases se convierte en un dispositivo que permitirá la asimilación más rápida y mejor de los conocimientos que se busca transmitir. Por ejemplo, en una clase interactiva siempre hay espacio y tiempo para la interacción entre pares, la retroalimentación de los contenidos utilizando el idioma del alumno, de manera que se favorezcan situaciones en las que la clase puedan discutir, compartir y contrastar sus opiniones; esto en oposición a la clase magistral en la que solo se establece un canal de comunicación entre profesor-alumno.
Dos son las vertientes teóricas que se han a explorar el tema de la interacción y socialización dentro del proceso educativo, estableciendo el trabajo en grupo como de sus herramientas: la corriente estadounidense conocida como cooperative learning, dotada de muchos ejercicios y actividades para favorecer el trabajo en grupo dentro del aula; y la corriente didáctica francés que se ha construido alrededor del concepto de contrato didáctico, en la que se investiga a fondo el tipo de relaciones que se establecen en un salón de clases, tanto entre los mismos estudiantes como con el maestro.

Tres pilares del aprendizaje cooperativo

Formación de grupos
Aunque en algunos ámbitos llega a subestimarse la importancia de la formación de los grupos y se le ve mas como producto del azar o una respuesta pronta a partir de simpatías establecidas por loa alumnos, el logar establecer grupos de trabajo en los que los estudiantes se sientan a gusto y al mismo tiempo se les exija cierto grado de responsabilidad tiene sus dificultades.
Cada estudiante es un individuo con contexto diferente y bases culturales diversas, por lo que también las habilidades y conocimientos que manifiesta divergen de las sus compañeros. El uso de estrategias para la resolución de problemas varia casi que por cada individuo; por tanto, la formación del grupo debe partir de la idea de encontrar lugares comunes en los que todos los miembros de los grupos puedan identificarse y verse así mismos como parte de un equipo con determinadas características, que realiza las cosas de un modo y no del otro, aun cuando en las diferentes sesiones el ritmo y método de trabajo cambien.
El valorar las diferentes individuales, de manera que logren entablar una relación que les permita ser productivos y acertados se logar a partir de la construcción de identidad del grupo y de la ayuda mutua como valor ejemplar.
Interdependencia positiva:
En cuanto al trabajo en equipo, los miembros deben desarrollar un sentido de pertenecía que los lleve a actuar con responsabilidad, mejor conocido como interdependencia positiva, en la que cada estudiante es consiente de que su desempeño, sea positivo o negativo, afectara al resto de sus compañeros y viceversa, por lo que no solo debe pensar en si mismo al momento de esforzarse.
Así da por el aprendizaje individual no es posible sin un buen desempeño grupal, es decir, el alcance de los logros objetivos nunca será sobresalientes sin la contribución de todo el equipo, lo que los convierte en objetivos grupales.
Responsabilidad individual:
Esta característica esta íntimamente ligada a la interdependencia positiva, puesto que los resultados del grupo dependen del aprendizaje individual, el cual a su vez dependen del trabajo en equipo. Es este también el único instrumento con que cuenta el maestro y el grupo como tal para evitar deficiente, como que algún miembro no trabaje al igual que los demás, o que todo el trabajo recaiga en una sola persona.
Estas situaciones pueden darse por un sin numero de causas, lo que si esta claro es que solo promoviendo el valor de la responsabilidad personal y la responsabilidad social para con el grupo se puede lograr que el trabajo sea colaborativo en lugar de una excusa para que unos trabajen por otros.
Otras características que conforman el concepto del aprendizaje cooperativo:
Se ha establecido que a través de actividades en las que se promueva actividades en las que se promueva el aprendizaje cooperativo se pueda logar en los estudiantes mayor éxito en el alcance de logros y una mayor productividad.
Los alumnos empezaran a usar herramientas para fortalecer sus relaciones de ayuda y colaboración, lo que se traducirá en una mejor salud mental, inteligencia social y autoestima.
Durante el trabajo en grupo, el estudiante deberá aclarar y asimilar los conceptos de forma tal que sea capaz de comunicarlos a sus compañeros, replicando así el proceso de enseñanza.
Según Draga Vidakovic, matemática y doctora de la universidad de Purdue, “durante el trabajo conjunto en pequeños grupos, los estudiantes enrolan en dos tipos de resolución de problemas simultáneamente. Por un lado intentan resolver los problemas de manera correcta, y por el otro tienen que resolver el problema de trabajar en conjunto de manera productiva.

Organización del trabajo de laboratorio en equipos.

A continuación presentaremos una guía breve para creas, administrar y evaluar grupos de trabajo con miras a realizar talleres de laboratorio y actividades en general que necesitan trabajo en grupo.
Hasta ahora se ha llegado al consenso de que el número de integrantes ideal para crear un grupo de trabajo pensando en aprovechar las potencialidades del aprendizaje cooperativo es de cuatro. Entre las razones para elegir este número encontramos:
Cuatro estudiantes pueden dividirse en subgrupos de dos estudiantes y luego reportar al grupo;
Grupos heterogéneos de cuatro permiten una adecuada combinación de talentos individuales, así como la posibilidad de un balance de géneros (dos mujeres y don varones);
Un grupo de cuatro puede sustentarse a sí mismo si uno de los estudiantes se ausenta o causa baja del grupo;
Un grupo de cuatro fomenta hábitos de trabajo efectivo, conversación estructurada y pensamiento reflexivo.
En cuanto al momento oportuno para establecer los grupos se piensa que lo ideal es al inicio del año lectivo o del semestre, para que el mismo esquipo pueda hacer frente a diversos retos planeados desde diferentes temas, y por supuesto para que el trabajo de adaptación y sentido de pertenencia se trabaje en una curva mas larga y los integrantes tengan la oportunidad de corregir errores, evaluar su desempeño, tanto acompañados del docente como por su propia cuenta, además de buscar alternativas para optimizar el trabajo, empezando a reconocer las fortalezas y debilidades de cada uno, de manera que la repartición del trabajo se haga de manera adecuada.
La idea es empezar a proponer actividades de acercamiento durante las primeras dos o tres semanas, algunas en las que se dé vía libre a los estudiantes para elegir a sus compañeros y otras en las que el maestro indique el modo en que se organizarán los equipos. Durante este tiempo el docente debe prestar mucha atención al proceso de socialización que realicen los estudiantes, comportamientos comunes observados, así como comportamientos especiales observados en individuos determinados. También debe estar atento a los grupos de amigos que se vayan conformando y ser capaz de analizar si es productivo o no el que permanezcan juntos. Los criterios para formar los grupos deben responder a un análisis juicioso de las condiciones de la clase, enfocándose en la capacidad de resolución de problemas, especialmente en las situaciones especificas que se viven en los trabajos de laboratorio, así como otras cualidades como organización, metodología, comunicación, entre otros.
Pr otro lado, aún no se ha establecido si es más conveniente que el docente elija los integrantes del grupo o que los estudiantes realicen este proceso basados en sus preferencias personales; esta decisión se lograra luego del diagnóstico que se haya obtenido del periodo de observación de los alumnos.
Así mismo, la idea es mantener los mismos grupos durante todo un periodo, es decir, al menos por un semestre del año escolar. Una vez formados, las primeras actividades se encaminaran a lograr establecer los dos pilares restantes del aprendizaje cooperativo /interdependencia positiva y responsabilidad individual), superada esta etapa los esfuerzos se centraran en lograr en mejor desempeño posible de cada uno de los integrantes y así mismo del grupo en general.
Para resumir estas ideas a manera de estrategias aplicables, Collazos y Mendoza proponen actividades para que el docente se convierta en un mediador cognitivo:
“Modelar pensamientos de orden mayor haciendo preguntas que verifiquen el conocimiento profundo de los estudiantes. Para hacer esto el mediador frecuentemente pregunta por qué, qué significa, cómo sabes que es cierto. Se aconseja al profesor evitar expresar una opinión o dar información a los estudiantes, ni usar los conocimientos para “llevar” al estudiante a la respuesta correcta.
Cambiar el pensamiento del estudiante a través de preguntas como: ¿Qué piensas?, ¿Qué significa?, ¿Cuáles son las implicaciones de los que se ha dicho? , ¿hay algo mas? En este momento es conveniente dar pistas o ayudas, proveer retroalimentación, redirigir el esfuerzo de los estudiantes y ayudarlos a usar una estrategia.
El profesor como mediador cognitivo no debe influir en el aprendizaje del estudiante diciéndole que hacer o cómo pensar, sino llevarlo al eje central del pensamiento” (2006)
Evaluación de desempeño.
Muchas veces la parte más delicada del aprendizaje cooperativo es lograr evaluarlo de una forma equitativa que logre reflejar tanto el esfuerzo colectivo como el individual. La diferencia entre “trabajo de grupo”, como se conoce comúnmente, y el aprendizaje cooperativo que éste último “se refiere a una serie de estrategias institucionales que incluyen la interacción cooperativa de estudiante a estudiante sobre algún tema, como parte integral del proceso de aprendizaje” (Kagan, 1994), lo que quiere decir que el maestro debe asignar tareas y además roles específicos para cada integrante del grupo, de manera que además del tema académico manejado se alcancen otros logros de naturaleza social y relacional.
En su articulo “Cómo aprovechar el aprendizaje colaborativo en el aula”, Mendoza y Collazos proponen una breve clasificación del tipo de evaluaciones que pueden realizarse para el trabajo en grupo de este estilo:
Diagnostica: evalúa el nivel actual de conocimientos y habilidades de los estudiantes.
Formativa: monitorea el progreso en el logro de los objetivos.
Sumativa: provee datos para juzgar el nivel final del aprendizaje de los estudiantes.
En general, a la hora de recoger la información que pueda llevarlos a establecer alguno de los estilos de evaluación previos, muchos docentes optan por elegir un vocero del grupo, quien está encargado de trasmitir el trabajo realizado por su grupo a los demás compañeros, de manera que quede justificado todo su trabajo. El vocero puede ser elegido por el maestro o también por el grupo mismo. Se recomienda en principio tratar de que todos cumplan alguna vez el papel de vocero, pero una vez los roles que mejor maneja cada estudiante estén más definidos, la decisión puede dejarse por entero al grupo.
También es aconsejable optar por informes escritos, para los cuales se necesita el trabajo armonioso de todo el equipo, con el fin de que todos los temas queden desarrollados, así mismo las diferentes partes del informe: introducción, marco teórico, toma de datos, conclusiones, o lo que el docente haya considerado necesario incluir.
Por otro lado, una vez terminado el ejercicio académico como tal es necesario conversar con el grupo para que puedan expresar sus sensaciones acerca de la experiencia, si tienen alguna queja o problema que desean discutir, detectar fallas para afrontarlas de diferente manera la siguiente vez, etc. Eso si teniendo cuidado de que la calificación ya se haya dado, puesto que los problemas internos del grupo de deben manejar independiente de su rendimiento en clase. De esta forma los estudiantes aprenden a que deben hacer funcionar su equipo, si no desean volver a tener una calificación no satisfactoria.
En otro caso, si el grupo saco una muy buena calificación pero se escucharon quejas en cuanto el desempeño de algunos integrantes, el maestro debe cuidar de la próxima vez plantear los roles de diferente forma, de manera que el grupo se vea forzado a probar otro estilo de trabajo.
En conclusión, citando a Mendoza y collazos (2006), “para lograr efectivamente un buen ambiente de aprendizaje colaborativo se hace necesario diseñar cuidadosamente la situación, observar detenidamente las interacciones y grabarlas sistemáticamente. (…) la colaboración solamente podrá ser efectiva si hay una independencia genuina y positiva entre los estudiantes que están colaborando, los profesores y su entorno. Para logar una colaboración efectiva se hace necesario que cambien los roles de los estudiantes y los profesores”.

Bibliografía: Cesar Alberto Collazos y Jair Mendoza, “Como aprovechar el aprendizaje colaborativo en el aula” en revista Educación y Educadores, Universidad de la Sabana. Facultad de Educación, Bogotá 2006.















No hay comentarios: